[pp. 45-50]
El fin de la humanidad
Interstellar | Christopher E. Nolan | 2014
María Marta Preziosa

Pontificia Universidad Católica Argentina

mmpreziosa@uca.edu.ar

Introducción

A diferencia del idioma inglés, la palabra “fin” en castellano tiene, al menos, dos significados relevantes para la reflexión ética: el fin entendido como terminación, finalización, término o final y el fin como propósito, intención, objetivo o finalidad. Ambos significados remiten a aquella eterna pregunta que se hace el hombre acerca del “para qué” de su existencia, tanto a nivel individual como a nivel especie. Esta es la pregunta por el sentido de la vida personal y colectiva que puede adquirir diferentes formulaciones, pero que, en esencia, se nutre del vacío existencial o angustia que suscita el hecho de que en algún momento dejaremos de existir. Es así como la muerte suscita la inquietud en todo ser humano en algún momento de su vida acerca del valor que tienen los logros, los afectos, las alegrías y los fracasos vividos más allá del efímero momento presente. Las posibles respuestas a esa pregunta suelen definir, bosquejar o, incluso, desdibujar la posibilidad de encontrar alguna brújula moral para guiar el comportamiento humano.

La extinción de la humanidad es un tema recurrente en la filmografía de Christopher Edward Nolan; no solo se advierte en Interstellar (Nolan, 2014) la película que me ocupa en este ensayo, sino también en Tenet (Nolan, 2020) o en Oppenheimer (Nolan, 2023). Esta inquietud del director –en apariencia persistente– se conjuga en ellas de diferentes modos con todo aquello que amenaza el sentido de la existencia humana, como el sufrimiento, la injusticia o la guerra. Memento mori el adagio latino que se traduce como “recuerda que vas a morir” inspira, por ejemplo, el título de otra de sus películas: Memento (Nolan, 2000).

Nolan ha trabajado varias películas con su hermano Jonathan. En la entrevista que les hizo a ambos el también guionista Jordan Goldberg (2014) sobre Interstellar afirman que la película no tiene un antagonista, no es una película de aventura o de acción, sino que “el antagonista es el vacío del vacío en el que vivimos” [1] –en inglés, the void of the vacuum– (Goldberg, 2014, p. 26).

“Final” y “finalidad” son conceptos que, además, contienen la noción de futuro y la de posibilidad: un todavía-no, algo que va a suceder o que podría suceder, algo ulterior que tracciona el presente o influye en él. Esta dimensión temporal remite a una segunda dimensión del logos: la racionalidad –la primera es la del sentido referida más arriba–. En este contexto, racionalidad puede entenderse como aquello que conecta los fines y los medios en las decisiones que tomamos y constituye uno de los nudos del análisis ético.

Logos es de aquellas palabras del griego antiguo que tienen múltiples significados profundos: sentido, razón, orden –entre otros–. Y una especie de logos es lo que buscan ofrecer los Nolan en su ficción especulativa llamada Interstellar. Así lo expresa Goldberg –y los Nolan asienten–: “Especular acerca del futuro es una forma de revelar el modo en que vivimos ahora y proveer alguna forma de orden en el modo en que entendemos el caos de la vida contemporánea” (Goldberg, 2014, p. 6).

Interstellar se asienta sobre la idea del hombre como explorador, una idea positiva. “Hemos olvidado quienes somos, Donald. Exploradores, pioneros” le dice el personaje principal Joseph Cooper –interpretado por el actor Matthew McConaughey– a su padre (Nolan & Nolan, 2014, 202 [2]). Este film de ficción sobre el fin de la humanidad no culpa al ser humano de todo el Apocalipsis que está viviendo (Goldberg, 2014, p.12) sino que mantiene una visión optimista –o esperanzada– sobre la humanidad. Christopher dice: “La tristeza de dejar la tierra es análoga a la tristeza de abandonar el nido; pero estás yendo hacia algún lugar que te entusiasma y es fascinante” (Goldberg, 2014, p. 33).

Objetivo del ensayo

La hipótesis de este escrito surge por mera casualidad. En agosto de 2023 estaba leyendo la Carta Encíclica Spe Salvi de Joseph Ratzinger, el papa Benedicto XVI, cuando tuve oportunidad de ver por primera vez la película Interstellar. Esta mera coincidencia temporal me llevó a encontrar las seis coincidencias conceptuales que muestro a lo largo de este texto, hipotetizando –con futilidad– que los Nolan se basaron en el texto de Ratzinger de 2007 para el plot de la película de 2014.

Christopher Edward Nolan de nacionalidad británico-estadounidense y nacido en 1970, se formó en literatura inglesa en una universidad pública y secular llamada University College London. Entre sus influencias intelectuales, Amador (2023) dice que se encuentra su educación católica, aunque de modo cultural y no religioso. A su vez, su hermano Jonathan, nacido en 1976 y coguionista en varias de sus obras, se formó también en literatura inglesa en instituciones fundadas por los jesuitas: la Loyola Academy y en la Georgetown University, en EE. UU. de América.

Joseph Aloisius Ratzinger (1927-2022) nacido en el sureste de Alemania, fue el 265° papa de la Iglesia Católica entre 2005 y 2013 bajo el nombre de Benedicto XVI y ha sido considerado un filósofo de relevancia, aunque no sin controversia (Sánchez, 2023; Ovejero, 2013). Ratzinger se formó en filosofía y teología en Freising y en la universidad de Múnich y fue profesor durante muchos años en diversas universidades.

En este trabajo señalaré los puntos en común que he encontrado –todos ellos de carácter filosófico y ético– entre el guion de Interstellar (Nolan & Nolan, 2014) y/o la entrevista de Goldberg a los Nolan sobre la película (Goldberg, 2014) y la Encíclica Spe Salvi (Benedicto XVI, 2007). Omito desarrollar de forma completa el pensamiento de los Nolan o el de Ratzinger. Y, ante la posible objeción de que la esperanza no es objeto de estudio de la filosofía o de la ética, sino de las teologías y religiones, es posible responder que esta disposición del espíritu –o su negación– está intrínsecamente ligada a algunas de las posibles respuestas a la pregunta por el sentido de la vida y, por tanto, impacta en la conducta moral, tal como se dijo más arriba.

La película

Joseph Cooper, es un expiloto de la NASA que trabaja como granjero, viudo con dos hijos: Murphy y Tom. La tierra se está tornando invivible. Arrecian las tormentas de polvo, las plagas y los cultivos ya no subsisten; los alimentos escasean. Se estima que la generación de Murphy será la última. Joseph se involucra en una misión espacial destinada a encontrar otros planetas habitables. Se embarca en la nave Endurance que viaja a través del fenómeno espaciotemporal estelar llamado “agujeros de gusano”. Los líderes científicos del proyecto para salvar a la humanidad de su extinción son el profesor Brand, interpretado por el actor Michael Caine y el Dr. Mann, personificado por Matt Damon. Joseph emprende el viaje acompañado de la hija del profesor, la Dra. Amelia Brand –la actriz Anne Hathaway– y otros dos colegas. Visitan distintos planetas, toman decisiones que resultan fatales y pierden mucho tiempo –que en el espacio sideral transcurre mucho más lento que en la tierra–.

Interstellar | Christopher E. Nolan | 2014

Con gran decepción, descubren que los líderes les mintieron sobre las verdaderas posibilidades de éxito del proyecto. Joseph y Amelia, que al comienzo estaban dispuestos al heroísmo para salvar a la humanidad, ahora solo desean reencontrase con sus seres queridos. Finalmente, la humanidad sí es salvada, pero por un descubrimiento científico realizado por la hija de Joseph, quien, dado el tiempo transcurrido rápidamente en la tierra, se ha convertido en la Dra. Murphy Cooper –interpretada por la actriz Jessica Chastain–. El descubrimiento científico se logra gracias al amor y la confianza entre padre e hija, a las promesas mutuas no defraudadas que trascienden las leyes del espacio y del tiempo –literalmente–.

La palabra hope en el idioma inglés, como verbo, se usa tanto como sinónimo de desear o de wait (esperar) y, como sustantivo, significa esperanza. En el guion de la película Interstellar (Nolan & Nolan, 2014) hope aparece ocho veces y hopeless aparece tres veces. De las ocho, cinco veces se usa como deseo, al igual que cuando en castellano decimos “espero que” y tres veces se usa en el sentido más profundo de esperanza. En las escenas numeradas como 148, 176 y 179. “No hay mucha esperanza de que haya otro rescate” (Nolan & Nolan, 2014, 176).

La Carta Encíclica Spe Salvi

Una encíclica es una circular de carácter docente, una carta del Papa, autoridad máxima de la Iglesia Católica dirigida a todos sus obispos y a sus fieles. Se suele referenciar con las dos primeras palabras de su texto original en latín que no coincide con el título. Por ejemplo, la que me ocupa en este texto se titula “Sobre la esperanza cristiana”, pero se referencia como “Spe Salvi” –que traducido al castellano significa “salvados por o a través de la esperanza”–. Esta carta encíclica en particular está dirigida a los cristianos, a diferencia de otras encíclicas que están dirigidas a todos los hombres de buena voluntad. Aborda diferentes tópicos tales como la fe, la vida feliz, el individualismo, el progreso, la razón, la libertad, la ciencia, el amor, la oración, el sufrimiento compartido, la verdad, el bien y la justicia y por el estilo de pensamiento de Ratzinger, contiene muchas argumentaciones filosóficas, que son las que destacamos en este ensayo.

Las seis coincidencias

La primera coincidencia que observo entre Nolan y Ratzinger es la convicción de que el progreso científico y el progreso moral no son lo mismo y el primero no garantiza el segundo. Según Ratzinger, el hombre siempre es libre a pesar de contar con el progreso material, el conocimiento y la experiencia acumulada y el tesoro de sabiduría de la humanidad (Benedicto XVI, 2007,14-15) [3]. Así lo dice textualmente:

…en el conocimiento progresivo de las estructuras de la materia y en relación con los inventos cada día más avanzados, hay claramente una continuidad del progreso hacia un dominio cada vez mayor de la naturaleza. En cambio, en el ámbito de la conciencia ética y de la decisión moral, no existe una posibilidad similar de incremento, por el simple hecho de que la libertad del ser humano es siempre nueva y tiene que tomar siempre de nuevo sus decisiones. (…) las nuevas generaciones pueden construir a partir de los conocimientos y experiencias de quienes les han precedido, así como aprovecharse del tesoro moral de toda la humanidad. Pero también pueden rechazarlo, ya que éste no puede tener la misma evidencia que los inventos materiales. (…) Puesto que el hombre sigue siendo siempre libre y su libertad es también siempre frágil, (…) Quien promete el mundo mejor que duraría irrevocablemente para siempre, hace una falsa promesa, pues ignora la libertad humana. La libertad debe ser conquistada para el bien una y otra vez. (Benedicto XVI, 2007, 24)

La película de Nolan, por otro lado, materializa la fe del ser humano en su dimensión de explorador armado con el conocimiento científico y el avance tecnológico. Los viajes interestelares y las técnicas de reproducción artificial permitirán poblar los nuevos mundos. Sin embargo, la confianza en ese proyecto científico-tecnológico se ve frustrada por el ego y la soberbia del Profesor Brand y del Dr. Mann que pusieron en primer lugar su deseo de supervivencia individual y no admitieron a tiempo sus errores, su desconocimiento y su fracaso.

La carta de Ratzinger, por su parte, afirma la tesis de que el progreso y la construcción de un mundo mejor suelen involucionar gracias a la soberbia humana:

Una parcela de bosque silvestre se hace fértil precisamente cuando se talan los árboles de la soberbia (…) ¿Acaso no hemos tenido la oportunidad de comprobar de nuevo, precisamente en el momento de la historia actual, que allí donde las almas se hacen salvajes no se puede lograr ninguna estructuración positiva del mundo? (Benedicto XVI, 2007, 15)

La segunda coincidencia entre Nolan y Ratzinger es que la dimensión social de la esperanza manifestada en la confianza. La esperanza es social y no individual, es decir, me incluye a mí con otros –incluye un nosotros (Benedicto XVI, 2007,14). Ratzinger afirma:

…la época moderna ha desarrollado la esperanza de la instauración de un mundo perfecto que parecía poder lograrse gracias a los conocimientos de la ciencia y a una política fundada científicamente. (…) Pero a lo largo del tiempo se vio claramente que esta esperanza se va alejando cada vez más. Ante todo, se tomó conciencia de que ésta era quizás una esperanza para los hombres del mañana, pero no una esperanza para mí. Y aunque el “para todos” forme parte de la gran esperanza –no puedo ciertamente llegar a ser feliz contra o sin los otros–, es verdad que una esperanza que no se refiera a mí personalmente, ni siquiera es una verdadera esperanza. (Benedicto XVI, 2007, 30)

Al darse cuenta de las mentiras de los lideres del proyecto, Amelia Brand le dice a Joseph Cooper: "Quizás tengas que decidir entre ver a tus hijos otra vez y el futuro de la raza humana” (Nolan & Nolan, 2014, 157). Cambian su compromiso heroico inicial con la humanidad en general, por el cumplimiento de las promesas hechas a sus seres queridos más cercanos. Cambian “cuando fallan las autoridades humanas” (Benedicto XVI, 2007, 35). Finalmente deciden por amor, más que por la objetividad de la ciencia, la racionalidad en el manejo de los recursos de la nave o la confianza en sus lideres.

El dilema que planteó Amelia Brand, así lo plantea Ratzinger:

Así, aunque sea necesario un empeño constante para mejorar el mundo, el mundo mejor del mañana no puede ser el contenido propio y suficiente de nuestra esperanza. A este propósito se plantea siempre la pregunta: ¿Cuándo es “mejor” el mundo? ¿Qué es lo que lo hace bueno? ¿Según qué criterio se puede valorar si es bueno? ¿Y por qué vías se puede alcanzar (…)? (Benedicto XVI, 2007, 30)

Confianza y esperanza están intrínsecamente relacionadas ¿qué esperar? ¿de quién? En el camino hacia la tierra prometida o al planeta prometido se acrecientan las dudas. El padre de Joseph Cooper, Donald le dice: “No confíes en lo correcto hecho por la razón equivocada. El porqué de algo, ese es el fundamento” (Nolan & Nolan, 2014, 50).

En la película, la inquietud por el logos, por la razón que da sentido a las decisiones se resuelve en la confianza en las promesas entre seres queridos; en la carta encíclica, en cambio, se resuelve con la confianza en Dios, que bíblicamente es representado con la imagen de la roca fiel que cumple sus promesas. Nolan usa también la metáfora de la roca en esta línea del guion que dice la Dra. Brand:

No. Esto no es como buscar un nuevo condominio –la raza humana va a estar a la deriva …desperada por una roca a la que aferrarse mientras recuperan su aliento. Nosotros tenemos que encontrar esa roca (Nolan & Nolan, 2014, 75).

La tercera coincidencia entre la película y la carta encíclica es acerca del amor como salvación. El amor es lo que salva porque es lo único que vence las limitaciones del espacio y el tiempo –cuya forma ultima es la muerte. Joseph Cooper le promete a su hija que volverá de su viaje interestelar y cumple su promesa. También vuelve para rescatar a Amelia que quedó varada en un lejano planeta. En este sentido, este parlamento de la Dra. Brand parece ser uno de los centrales:

Amamos a personas que ya han muerto… ¿dónde está la utilidad social en eso? Quizás significa algo más –algo que todavía no podemos entender. Quizás es alguna construcción de grandes dimensiones que no podemos percibir conscientemente. Me siento atraída a través del universo hacia alguien que no he visto en una década y que sé que probablemente este muerto. El amor es la única cosa de las que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del espacio y del tiempo. Quizás deberíamos confiar en eso, incluso si todavía no podemos entenderlo. (Nolan & Nolan, 2014, 155).

Por otra parte, Ratzinger afirma en términos religiosos cristianos que el amor vence a la muerte y el Amor con mayúsculas es quien cumple siempre con sus promesas de rescate y salvación. Así lo escribe:

No es la ciencia la que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor. Eso es válido incluso en el ámbito puramente intramundano. Cuando uno experimenta un gran amor en su vida, se trata de un momento de “redención” que da un nuevo sentido a su existencia. (…) Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte. El ser humano necesita un amor incondicionado. (…) Si existe este amor absoluto con su certeza absoluta, entonces –sólo entonces– el hombre es “redimido”, suceda lo que suceda en su caso particular. Esto es lo que se ha de entender cuando decimos que Jesucristo nos ha “redimido”. Por medio de Él estamos seguros de Dios. (Benedicto XVI, 2007, 26)

La cuarta coincidencia entre Interstellar y Spe Salvi es la idea de que es posible el reencuentro con los seres queridos en un plano donde ya no existe el tiempo. En la película, esta idea se manifiesta en dos escenas: el momento de la comunicación codificada y atemporal entre Joseph y su hija Murphy en la que le transmite los datos necesarios para la salvación de la humanidad (Nolan & Nolan, 2014, 347) y cuando vuelve a visitarla. “Mi papá me lo prometió” dice Murphy (Nolan & Nolan, 2014, 360).

Por su parte, dice Ratzinger:

Que el amor pueda llegar hasta el más allá, que sea posible un recíproco dar y recibir, en el que estamos unidos unos con otros con vínculos de afecto más allá del confín de la muerte, ha sido una convicción fundamental del cristianismo de todos los siglos y sigue siendo también hoy una experiencia consoladora (Benedicto XVI, 2007, 48).

La quinta coincidencia tiene que ver con victoria definitiva del bien. Según el cristianismo, Dios gobierna el mundo con su providencia, respetando las libres decisiones de los hombres, hacia la victoria definitiva del amor sobre el mal y la muerte.

En Interstellar, la hija de Joseph Cooper no se llama Murphy por la famosa “Ley de Murphy”. Jonathan Nolan (Goldberg, 2014, pp 37-38) explica que Murphy era un ingeniero espacial de la Fuerza Aérea, que caía mal porque siempre rezongaba y trataba mal a la gente. Murphy estaba convencido de que, si había una manera de arruinar las cosas, “esos tipos lo iban a lograr”. Pero había otro ingeniero, de apellido Nichols, que por el contrario decía: si algo puede pasar, pasará. Para Jonathan, eso no tiene por qué ser malo ni bueno; el ser humano es capaz de ambas cosas: tenemos la suerte de vivir en un universo en el que ambas cosas pueden suceder, pero se tiende a ignorar lo bueno, que también es evidente. Entonces, la película deja de lado la versión cínica o desesperanzada de la ley de Murphy, para dar paso a una más optimista. “Vivimos en un espacio en el cual las cosas pueden suceder ¿no? Y esas cosas son buenas o malas. La muerte, la destrucción, pero también la vida” (Goldberg, 2014, p.21).

Por otra parte, Christopher dice que desde el punto de vista fílmico es más fácil imaginar el infierno que el cielo porque se logra exagerando el sufrimiento humano que es bien tangible. En cambio, es mucho más difícil imaginar algo positivo o superador y eso es lo que intentan hacer ellos para que sea una ficción especulativa mejor que otras que han visto (Cf. Goldberg, 2014, p. 33-34)

La sexta y última coincidencia observada es acerca de la eternidad. En la película se presenta una aproximación a la noción de eternidad –propia del cristianismo– de dos modos. El primero es la resistencia existencial a que todo termine en la muerte individual o en la extinción de la especie humana. Joseph Cooper rechaza explícitamente esta idea y dice: "La humanidad nació en la tierra. No fue pensada para morir aquí." (Nolan & Nolan, 2014, 50). El segundo es mediante la idea de que el viaje interestelar regresa al lugar donde comenzó. En palabras de Christopher: el viaje es concebido bajo la idea de un bucle que vuelve sobre sí mismo –the idea of looping it back in on itself– (Goldberg, 2014, p 29). Esta imagen, la del loop, es análoga a la idea de la cinta del matemático August Moebius (1858) en tanto que no tiene –o parece no tener– ni principio ni fin, al igual que la eternidad.

Interstellar | Christopher E. Nolan | 2014

Corolario

Los hermanos Nolan señalan que hoy la cultura popular especula constantemente sobre las dimensiones apocalípticas y sobre la culpa del hombre en la historia humana. En cambio, Interstellar pretende mostrar –según ellos mismos dicen– cómo el hombre, si bien no puede volver atrás en el tiempo y deja a seres queridos en el camino –y eso es trágico– siempre puede adaptarse, superarse y transcender y vislumbrar el futuro (Cf. Goldberg, 2014, p. 28-30).

Un bellísimo poema de Dylan Thomas (1971) [4] se recita varias veces a lo largo de la película. Thomas invita a resistir la oscuridad de la muerte, a no admitirla como una victoria definitiva.

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.
 
Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.
 
Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.
 
Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.
 
Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.
 
And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

*

No te internes pacíficamente en esa larga noche,
la vejez debe arder y bramar al final del día;
rebélate, rebélate contra la muerte de la luz.
 
Aunque los sabios, al final, saben que la oscuridad es cierta,
porque sus palabras no habían desviado la luz, ellos
no se entregan así no más a esa noche.
 
Hombres buenos, tras el último adiós, llorando por cuán radiantes
sus frágiles obras podrían haber danzado en una bahía verde,
rebélense, rebélense contra la muerte de la luz.
 
Hombres salvajes que atraparon y cantaron al sol en pleno vuelo,
y aprendieron, demasiado tarde, que lo habían llorado en su camino,
no se adentren tan tranquilos en esa larga noche.
 
Hombres solemnes, cercanos a la muerte, que miran con vista cegadora,
sus ojos ciegos podrían brillar como meteoros y alegrarse,
enfurézcanse, enfurézcanse contra la muerte de la luz.
 
Y tú, padre mío, en ese punto de definitiva tristeza,
maldíceme, bendíceme ahora con tus lágrimas furiosas, te lo ruego.
No te adentres tranquilamente en esa larga noche.
Rebélate, rebélate contra la muerte de la luz.

Referencias

Amador, B. (2023, jul. 23). Christopher Nolan: el cristiano que nunca te imaginaste, Revista Digital Spoiler Time. https://spoilertime.com/christopher-nolan-el-cristiano-que-nunca-te-imaginaste/

Benedicto XVI (2007, nov. 30). Sobre la esperanza cristiana. https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20071130_spe-salvi.html#_ftn26

Goldberg, J. (2014). Introduction. Jonathan Nolan and Christopher Nolan Interviewed by Jordan Goldberg. In Nolan, C. & Nolan, J. (2014). Interstellar: The Complete Screenplay with Selected Storyboards. Reino Unido: Faber & Faber. Pp. 6-38

Nolan, C. & Nolan, J. (2014). Interstellar: The Complete Screenplay with Selected Storyboards. Reino Unido: Faber & Faber.

Ovejero, F. (2013, Mar. 7). El Papa filósofo, Diario El País. https://elpais.com/elpais/2013/02/28/opinion/1362077771_406083.html

Preziosa, M. (2023, Sep. 24). La esperanza en Interstellar de Christopher Nolan. Revista Digital Portal Empresa. https://empresa.org.ar/2023/la-esperanza-segun-Interstellar-de-christopher-nolan-2014/

Sánchez, E. (2023, Ene. 16). Benedicto XVI: el Papa filósofo, El Tiempo, Universidad de Piura. https://www.udep.edu.pe/hoy/2023/01/benedicto-xvi-papa-filosofo/

Thomas, D. (1971). Do not go gentle into that good night. En The Poems of Dylan Thomas, New Directions Publishing Corp. https://poets.org/poem/do-not-go-gentle-good-night

Referencias filmográficas

Nolan, C. E. (Director). (2000). Memento [Film]. Summit Entertainment.

Nolan, C. E. (Director). (2014). Interstellar [Film]. Warner Bros; Paramount Pictures.

Nolan, C. E. (Director). (2020). Tenet [Film]. Warner Bros.

Nolan, C. E. (Director). (2023). Oppenheimer [Film]. Universal Pictures.



NOTAS

[1Todas las citas traducidas del guión de Interstellar (Nolan & Nolan, 2014) y de la entrevista a los hermanos Nolan (Goldberg, 2014) son traducción propia.

[2Los parlamentos del guión de Interstellar se citan indicando el número de escena (Scene Number) y no la página, de acuerdo con la edición digital referenciada (Nolan & Nolan, 2014).

[3Los textos de la encíclica se citan bajo los números de acápites en los que está dividida la carta y no según las páginas, en acuerdo con la edición digital referenciada (Benedicto XVI, 2007).

[4Traducción propia.